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La vuelta de campana es una técnica utilizada en la natación que funciona para cambiar de dirección al llegar a la pared de la alberca. Consiste en realizar un giro ágil y fluido, mediante el conjunto de movimientos coordinados de brazos y piernas, para impulsarse desde la pared y continuar nadando en el sentido opuesto.

Este elemento al nadar es fundamental para mejorar nuestro ritmo y eficacia en cada estilo de natación.Una buena vuelta puede marcar la diferencia en una competencia, permitiéndote ganar segundos valiosos y maximizando tu eficiencia en el agua. Te dejaremos la información correcta para que puedas rendir al máximo y tengas competencias, así como entrenamientos muy exitosos. 

A continuación, examinaremos la técnica de vuelta de campana para cada estilo de natación:

1. ESTILO CROL (LIBRE)

La vuelta de campana en el estilo crol es uno de los más rápidos y utilizados. Para lograr una vuelta correcta y de la manera más ágil posible, te recomendamos seguir estos pasos: 

1. Acercamiento a la pared: En los últimos metros antes de la vuelta, aumenta tu velocidad y mantén la mirada fija en el fondo de la alberca para asegurar una aproximación precisa a la pared.

2. Giro: Flexiona tus rodillas hacia el pecho y mantén la cabeza hacia atr. Al mismo tiempo, realiza un giro de hombros para posicionarte de espaldas a la pared (con las palmas de las manos hacia el suelo).

3. Impulso: Empuja fuertemente la pared con las piernas, extendiéndolas hacia atrás. Recuerda mantener los brazos extendidos durante este impulso para aumentar la potencia y como consiguiente poderte deslizar por el agua.

4. Deslizamiento: Después del impulso, deslízate a la superficie y prepárate para hacer una nueva brazada y seguir nadando.

2. ESTILO DORSO

La vuelta en este estilo tiene un desafío extra, pues es difícil darte cuenta de el momento preciso para voltearte, ya que no estás viendo de frente. Sin embargo, te platicaremos como lo hacen los nadadores y qué se recomienda para que logres girar de la mejor manera posible. 

1. Acercamiento a la pared: Mientras estés nadando tienes que estar muy atento a las señales de la alberca, pues a través de los banderines es que podrás calcular la distancia que te queda para llegar a la pared. Estos se colocan a 5 metros de la pared, por lo que se utiliza como un aviso próximo a la vuelta. A partir de las banderillas, deberás contar las brazadas que das hasta tocar la pared, para así tener todo calculado. 
2. Cambia de posición: Cuando quedan dos brazadas para llegar al final de la alberca, inicia el proceso de voltear el cuerpo boca abajo. Al alcanzar la posición en la que el brazo está extendido delante del hombro, realiza la transición para pasar de estar mirando el techo (supino) a ver el suelo de la alberca (prono). Una vez en posición prono, ejecuta el giro de manera similar al viraje de crol, pero en este caso, el nadador termina en posición de espalda después de completar la vuelta.
3. Giro: Una vez en posición prono, ejecuta el giro de manera similar al viraje de crol, pero en este caso, terminarás en posición de espalda después de completar el giro. Para la vuelta, tus caderas deberán elevarse un poco hacia arriba, mientras el mentón intenta tocar tu pecho al doblar las piernas. Posteriormente harás un giro similar al de crol, para después estirar tus brazos a lo largo (en flecha) y alinear la espalda. 
4. Impulso: Antes de estirar las piernas, impúlsate con la pared para avanzar y poder salir a la superficie a continuar nadando. Recuerda que para este estilo no debes cambiar la posición, quedarás de manera supina para seguir nadando dorso. 

3. ESTILO PECHO

Para este estilo se requiere un giro más controlado, debido al movimiento natural de los brazos y piernas.

1. Acercamiento a la pared: Para este estilo, las manos hacen contacto con la pared aproximadamente en el mismo punto. En este caso también será necesario que calcules las últimas brazadas para asegurarte que la última termines con los brazos extendidos al tocar la pared. 
2. Giro: Para girar flexiona los codos y las piernas, manteniendo los pies lo más cerca posible de las caderas y en flexión plantar para reducir la resistencia. Uno de los brazos se separa de la pared al tiempo que un hombro se mueve hacia adelante para minimizar la resistencia. El brazo que permanece en la pared se extiende, colaborando en el giro, mientras que los hombros se alejan de la pared y las caderas se acercan, manteniendo las piernas flexionadas.
3. Impulso: Posteriormente deberás impulsarte con los pies en la pared, para conseguir una buena salida y terminar de alinear tu cuerpo. Junta las manos y comienza a extender los brazos. Durante la extensión de las piernas, gira sobre tu eje longitudinal para alcanzar la posición buscada. Por último, deslízate y retoma. 

4. ESTILO MARIPOSA

El estilo mariposa presenta un viraje más complejo debido al movimiento de los brazos.  

• Acercamiento a la pared: Durante este estilo el giro debe ser más rápido y fluido. Por lo tanto, deberás doblar los codos más rápidamente al tocar la pared con las manos.
• Giro: Flexiona los codos mientras doblas las piernas, asegurándote de que los pies permanezcan lo más cerca posible de las caderas y en flexión. Uno de los brazos se separa de la pared al tiempo que un hombro se mueve hacia adelante (giro sobre el eje longitudinal), este brazo se mueve junto al cuerpo, ofreciendo la menor resistencia posible. El brazo que permanece en la pared se extiende, colaborando en el giro, mientras que los hombros se alejan de la pared y las caderas se acercan, manteniendo las piernas dobladas (giro sobre el eje antero-posterior). El último brazo, al terminar su extensión, sale del agua, realizando un movimiento similar al recobro de crol, momento en que el nadador realiza la inspiración. Mientras tanto, el brazo sumergido se separa del cuerpo y se extiende hacia adelante, justo antes de que las piernas se apoyen en la pared.
• Impulso: El nadador se apoya con los metatarsos de los pies en la pared, alineando los hombros, cadera y pies horizontalmente y colocándose de costado. Las manos están juntas y los brazos comienzan a extenderse. 
• Deslizamiento: El deslizamiento más profundo se realiza colocando los pies a mayor profundidad en la pared para que también descienda el centro de gravedad. Durante el deslizamiento, y sin perder velocidad, se realiza una brazada submarina completa.

Recuerda que la práctica y la corrección constante son clave para perfeccionar las vueltas de campana en cada estilo de natación. Aprovecha esta valiosa herramienta para mejorar tu rendimiento en el agua y alcanzar tus metas como nadador. Te recomendamos pedir ayuda a tus compañeros nadadores o seguimiento de tu entrenador para que observen y te corrijan durante tu proceso. 

Esperamos que este blog te haya sido útil para comprender la técnica. ¡Nos vemos en la alberca!